El reguetonero cubano Jacob Forever abrió esta semana un capítulo cargado de emociones en su vida personal. A través de sus historias de Instagram, el intérprete de “Hasta que se seque el malecón” compartió con orgullo el primer día de escuela de su hijo mayor, Riler Jacobo, de 15 años, quien recién se incorpora al sistema escolar estadounidense tras llegar al país en febrero de 2025.
“Mi tanque, ya en la escuela de Estados Unidos. Gracias, Dios, por tantas bendiciones”, escribió el artista junto a una imagen en la que se ve al adolescente listo para asistir a clases, con mochila al hombro y una sonrisa que delataba su entusiasmo por esta nueva etapa.
Para Jacob, este momento tiene un significado especial: Riler era el único de sus hijos que aún permanecía en Cuba. Su llegada a Estados Unidos marca el inicio de una nueva etapa de unidad familiar, pues en ese país ya residen sus dos hijas: Laira, de la misma edad que Riler, y Saisha, de nueve años e hija de la modelo e influencer cubana Diliamne Jouve, conocida popularmente como La Dura.
El reencuentro con su hijo no fue inmediato. Jacob y Riler estuvieron sin verse durante tres años debido a la distancia y las complejidades de los viajes familiares. No fue hasta el verano pasado, en unas vacaciones en Punta Cana, que pudieron abrazarse nuevamente.
Aquel momento fue compartido públicamente por el cantante, quien mostró cómo sus tres hijos disfrutaban juntos por primera vez en mucho tiempo. Fue un retrato de la familia moderna cubana, marcada por la migración, pero unida por afectos que sobreviven al tiempo y la distancia.
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La llegada de Riler a Estados Unidos no solo significó el reencuentro con su padre, sino también con su madre, Deydi Laffita, quien lo recibió en el aeropuerto. Ella lleva años residiendo en territorio estadounidense y ahora tiene la posibilidad de acompañar de cerca la adolescencia de su hijo. De esta manera, el joven comienza una nueva etapa con ambos padres presentes, algo que los seguidores del artista han celebrado como una bendición.
El gesto de Jacob al mostrar con orgullo el inicio escolar de su hijo va más allá de lo íntimo. Se trata también de un mensaje de esperanza para miles de familias cubanas que, como la suya, viven separadas por fronteras y trámites migratorios. La emoción del artista conecta con esa experiencia compartida de padres que sueñan con ver a sus hijos crecer en mejores condiciones, aun cuando la distancia los golpee durante años.
En lo personal, Jacob parece atravesar un momento de plenitud. Consolidado en su carrera, con una base sólida de seguidores dentro y fuera de Cuba, ahora disfruta del reencuentro con sus tres hijos bajo un mismo cielo. La Dura, siempre presente en sus publicaciones, ha mostrado igualmente la cercanía de esta familia que mezcla música, influencia digital y la cotidianeidad de la crianza.
