Israel Rojas, voz líder del dúo Buena Fe, volvió a encender las redes con un comentario que, aunque no menciona nombres, llega en pleno huracán mediático por las recientes alabanzas al reguetonero Bebeshito. El músico guantanamero y vocero del régimen apuntó contra lo que considera una tendencia preocupante en la industria: venderse como “el mejor del mundo” y buscar la polémica como estrategia, incluso a costa de la calidad artística.
“Ni cuando hemos estado ‘pegados’ se me ocurriría decir o permitir que alguien diga que somos mejores que ningún otro artista contemporáneo o del pasado”, escribió en su página de Facebook. Para Rojas, el reconocimiento auténtico debe llegar de “voces especializadas ajenas”, y la crítica es un motor para mejorar, aunque eso no signifique llenar vitrinas de premios.
En su reflexión, dejó claro que prefiere seguir aprendiendo de “la función del arte, de las técnicas creativas, de la sociedad a la que me debo, de la psicología y la sociología contemporánea”. Sin mencionarlo directamente, sus palabras se interpretan como un dardo hacia la figura del joven reguetonero, en un momento donde su nombre domina titulares.
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La tormenta comenzó esta semana, cuando el productor Roberto Ferrante calificó a Bebeshito como un “gran artista cubano” y lo colocó en la categoría de leyendas como Benny Moré o Celia Cruz. La declaración generó reacciones encendidas tanto en la calle como en internet, abriendo un debate sobre el valor del éxito en la música actual.
Entre las respuestas más sonadas estuvo la de Cándido Fabré, quien, aunque reconoció el éxito del reguetonero, pidió “respeto para los grandes” y recordó que figuras como Moré o Cruz “no son de modas, son eternos, como los Beatles”.
La controversia no solo ha servido para exponer visiones distintas sobre el presente de la música cubana, sino también para evidenciar la brecha generacional y de estilos. Mientras unos defienden la huella de los pioneros y su legado insuperable, otros sostienen que el impacto de los artistas actuales debe medirse con las herramientas y audiencias del presente.
