Miami, ciudad vibrante y cuna de reinvenciones, vuelve a ser el escenario donde el brillo de las redes sociales se convierte en negocio. Esta vez, las protagonistas son dos figuras queridas del mundo digital: la venezolana Isabella Ladera y la influencer cubana Gloria Stephany, quienes acaban de anunciar la fusión de sus proyectos para dar vida a un renovado salón de belleza que ya da de qué hablar.
El nuevo espacio lleva por nombre “Isabella Ladera Salón”, una unión que, según ambas, nace del deseo de crecer juntas y ofrecer una experiencia superior a sus clientas. “Nos unimos para crecer, ofrecerles nuevos y mejores servicios, y seguir cuidando con amor a cada uno de nuestros clientes”, escribió Gloria Stephany en Instagram, acompañando el anuncio con imágenes del momento en que firmaban el acuerdo.
Isabella, por su parte, compartió un video más íntimo, mostrándole el local a su madre y a su hija. Para ella, este paso significa más que una expansión: representa “amor, legado y propósito”. Con ese tono emocional que la caracteriza, dejó claro que este nuevo capítulo tiene raíces profundas.
Aunque el salón cerrará por dos semanas para ajustes estéticos y logísticos, ya se palpita el entusiasmo de quienes siguen sus carreras. Comentarios de apoyo, felicitaciones y promesas de visita inundan las redes. La alianza entre estas dos jóvenes empresarias, latinas, carismáticas y con comunidades sólidas detrás, ha sido recibida como un ejemplo de empoderamiento femenino en el corazón de la ciudad.
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Sin embargo, no todo ha sido aplausos. Como suele pasar cuando hay cambios de marca, algunos usuarios se mostraron desconcertados al notar que la identidad visual del antiguo Machy Salón ha desaparecido por completo.

La cuenta de Instagram fue reemplazada por el nuevo nombre, y las publicaciones anteriores eliminadas, lo que generó especulaciones inmediatas. “¿Por qué el cambio de nombre tan fuerte?”, preguntó un seguidor. Otro respondió sin rodeos: “Para mí, el negocio fue vendido, porque el cambio de nombre, remodelación, el equipo de trabajo tan profesional que se veía, hasta los post en Instagram, ya no queda nada”.
Lo cierto es que, más allá de si hubo venta total o no, la transición ha sido completa. Todo apunta a una estrategia de rebranding respaldada por el poder mediático de Isabella, quien además de influencer es conocida por su relación con el cantante urbano Beéle. Del lado cubano, Gloria -pareja de Ángel Jesús Rodríguez, exintegrante de la boyband Ángeles- suma autenticidad y conexión local, convirtiendo la dupla en una fórmula difícil de ignorar.
Con esta apuesta, ambas demuestran que el mundo digital no solo sirve para sumar likes, sino también para construir negocios tangibles. Ahora queda por ver cómo evoluciona este emprendimiento conjunto y si logra satisfacer las altas expectativas generadas.





