María Victoria Gil Fernández, hermana del exministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, acusado de graves cargos por la Fiscalía General de la República de Cuba, denunció este jueves que teme “mucho” por la vida del ex alto dirigente.
Según declaró en entrevista con el periodista cubanoamericano Mario J. Pentón, para Martí Noticias, sería muy fácil que su hermano muriera pronto en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, Artemisa, en la que se encuentra detenido desde marzo de 2024.
“No creo que le quede mucha vida”, dijo la otrora presentadora del programa televisivo De la gran escena al hablar del también ex vice primer ministro, a quien su familia puede visitar solo 15 minutos cada 15 días.
“Está totalmente destruido”, detalló sobre el estado en el que se encuentra el exfuncionario, que “ha bajado 50 libras y ha perdido todo el cabello”. “Está calvo totalmente, lo perdió todo: cejas, pestañas, todo”, subrayó al asegurar que su hermano padece de una alopecia por estrés.
Desde la óptica de la también abogada, profesión que ejerció “mucho tiempo” en Cuba, el de su hermano podría ser un juicio como los de los tiempos del dictador Stalin, en los que “se inventaban grandes traiciones para justificar grandes fracasos”.
“Murió de un infarto” o “no pudo aguantar la presión y se suicidó” son noticias que teme escuchar María Victoria sobre su hermano porque “sabe muchas cosas que no conviene que se sepa”, como aseguró esta misma semana a Telemundo 51.
No en vano tanto la locutora como su sobrina, Laura María Gil González, piden que el proceso judicial que enfrenta Alejandro Gil Fernández, acusado de una decena de delitos, entre ellos lavado de activos, malversación y espionaje, se realice de manera pública y “con transparencia”.
Si bien afirmó que está “convencida” de que su hermano estuvo “involucrado en delitos económicos o en tráfico de influencias, como lo hacen todos”, pese a que “vivía muy modestamente”, lo que más le preocupa, “por su gravedad”, es el delito de espionaje.
En tal sentido, subrayó que le llama la atención el secretismo con el que se ha manejado el caso contra quien fuera la mano derecha del gobernante Miguel Díaz-Canel, así como el extenso tiempo que ha tomado el proceso de instrucción penal.
Por otro lado, María Victoria Gil Fernández apuntó que su cuñada, Gina María González, detenida tras el arresto de su esposo, no estaría implicada en el caso en el que estarían imputadas alrededor de 20 personas, ya que “se encuentra en su casa”.
