El exministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, habría sido acusado de espionaje por colaborar presuntamente con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA por sus siglas en inglés), según reveló este sábado su hermana, María Victoria Gil Fernández.
María Victoria dijo en exclusiva al periodista Mario J. Pentón, de Martí Noticias, que una fuente “muy fidedigna” cercana al juicio llevado a cabo a puertas cerradas contra su hermano en La Habana le aseguró que el también ex vice primer ministro fue imputado por ser agente de la CIA, algo que el exfuncionario ha negado “categóricamente” desde que supo de tales acusaciones.
La otrora presentadora de la Televisión Cubana destacó que, pese a que su hermano fue “brillantemente” defendido por su abogado, Abel Alejandro Solá López, los expedientes de espionaje los instruye “directamente” la Seguridad del Estado, no la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que es “muy difícil” probar cuando se trata de “una mentira”.
Para la abogada de profesión, la acusación de espionaje contra su hermano ha sido parte de “un engranaje maquiavélico” para armar una causa “muy fuerte”, que sirva para justificar la debacle de la economía cubana durante el desempeño de Gil, ya que, de delitos económicos, puede ser acusado cualquiera de los principales dirigentes del país.
“No creo que mi hermano haya sido capaz de convertirse en espía y menos de la CIA”, recalcó la exanfitriona del programa De La Gran Escena, también conocida como Vicky Gil, consciente de que “de la cadena perpetua no se va a librar” porque su condena ha estado “directamente” desde el principio.
Vicky señaló, además, que el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, un militar de carrera que habría tenido varios “encontronazos” con Gil, es “la persona que ha estado delante y detrás de todo este proceso”.
En tal sentido, destacó el “ensañamiento” con que se le han imputado a su hermano delitos económicos que el propio Marrero ha cometido “cinco veces más”, mientras el pueblo cubano “se muere de hambre”.
Para María Victoria, el juicio por espionaje contra Gil, sobre el cual no se ha pronunciado el gobierno cubano hasta el momento, aunque se sabe que quedó concluso para sentencia el pasado 13 de noviembre, es un movimiento interno orquestado para, una vez más, “culpar a Estados Unidos” por la ineficiencia del sistema que impera en la isla desde hace más de seis décadas.
María Victoria detalló asimismo que fue Marrero quien llamó a su hermano el 1 de febrero de 2024, para decirle que al día siguiente sería destituido porque su trabajo al frente del Ministerio de Economía durante seis años “no había rendido los frutos esperados”.
Vicky, radicada desde hace una década en España, aclaró que, tras un extenso proceso de entrega como ministro, en el que estuvo vigilado de cerca por el propio Marrero, Gil y su esposa, Gina María González, pasaron “una especie de reclusión domiciliaria” durante cuatro meses en una casa del Ministerio del Interior y de cuya existencia ella misma conoce porque, por un “breve” tiempo, ella misma trabajó como agente de la Seguridad del Estado en casos sobre tráfico de obras de arte.
Según ella, a lo largo de esos cuatro meses la Seguridad habría moldeado el caso contra su hermano. Luego de ese plazo, dijo, su cuñada “regresó a su casa en Miramar” y su hermano fue trasladado directamente a la cárcel de Guanajay, en Artemisa, “una de las más duras” de la isla.
Muchas gracias a mi familia del @MEP_CUBA por las felicitaciones, por las muy sinceras muestras de cariño y por su incondicional apoyo en estos 6 años de duro trabajo colectivo. Seguimos en combate por #Cuba y por la Revolución. Los llevaré siempre en el corazón. Fuerte abrazo. https://t.co/i5EC2V9Jk2
— Alejandro Gil Fernández (@AlejandroGilF) February 7, 2024
Estas últimas declaraciones de María Victoria evidencian una vez más los pulsos internos del poder en Cuba y cómo los sigue ganando el poder militar, que sigue teniendo en Marrero a uno de sus pesos pesados.
Hay que recordar que Gil era la mano derecha del mandatario Miguel Díaz-Canel, quien felicitaba al exministro por los duros años en que ejerció como ministro, al mismo tiempo que Marrero lo llamaba para anunciarle su despido.
“Creo que el menos culpable de todo lo que está pasando con mi hermano es Migue Díaz-Canel”, afirmó María Victoria al insistir en que el mandatario “no conocía” lo que estaba ocurriendo.
Gil, ministro de Economía y Planificación entre 2018 y 2024, fue cesado en febrero de 2024, supuestamente por problemas en la implementación de la gran reforma monetaria de 2021, la controvertida Tarea Ordenamiento.
Sin embargo, apenas un mes después Díaz-Canel afirmó en un comunicado que Gil estaba siendo investigado por “graves errores” ligados a delitos de corrupción y había reconocido “graves imputaciones”.
A finales de octubre pasado, un año y siete meses después de haberlo detenido, la FGR dio a conocer que Gil, el mayor cargo político que es llevado ante la justicia cubana en décadas, era imputado por once delitos, incluido el de espionaje.
En la lista aparecen asimismo malversación, falsificación de documentos, evasión fiscal, tráfico de influencias, lavado de activos, actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, cohecho, infracción de las normas de protección de documentos clasificados y sustracción, y daño de documentos u otros objetos en custodia oficial.
