La historia empieza, como tantas otras en Estados Unidos, en los pasillos de un Walmart y termina en el arcén de una autopista interestatal, con patrullas, sirenas y un inventario policial que parece sacado de una serie de crimen organizado. Dos cubanos residentes en Florida, Yordany Cuervo y Dario Brito Permuy, fueron detenidos en Dakota del Sur tras una persecución por la I-29 y hoy enfrentan 66 cargos de falsificación por un supuesto esquema de fraude con tarjetas de crédito que habría recorrido tiendas de Iowa, Nebraska y Dakota del Sur.
Según medios locales como Dakota News Now y Mitchell Now, todo comenzó los días 28 y 29 de octubre, cuando varias sucursales de Walmart en Sioux City (Iowa y Nebraska), Sioux Falls y Brookings reportaron robos y transacciones sospechosas.
La alerta inicial por “thefts” se transformó rápido en algo más serio: un posible entramado de clonación de tarjetas que operaba a lo largo del corredor de la I-29. Con la descripción de un vehículo sospechoso, la policía del condado de Codington y la Patrulla de Carreteras de Dakota del Sur montaron un operativo hasta interceptar el auto rumbo al sur.
Lo que encontraron dentro del coche explica por qué el caso ha encendido las alarmas: más de 300 tarjetas de crédito, documentos de identidad, dos teléfonos, una computadora portátil, once skimmers numerados del 1 al 12 (con el número 4 desaparecido), un lector-grabador de tarjetas y tiras magnéticas caseras para copiar información financiera. Los investigadores sostienen que el volumen del material decomisado muestra la escala del presunto esquema, capaz de capturar cientos de números de tarjeta de clientes desprevenidos.
Cuervo y Brito, ambos con residencia legal en Estados Unidos y radicados en Florida, fueron acusados en el condado de Codington de 66 cargos de falsificación vinculados a las tarjetas y los dispositivos incautados.
El listado de la oficina del sheriff añade otros delitos graves: robo de identidad, uso fraudulento de tarjetas para obtener bienes por encima de los 1 000 dólares, crimen minorista organizado, posesión y fabricación de equipo de falsificación, uso de escáneres y reencoders para manipular tarjetas de pago, e incluso mantener un lugar donde se guardan o usan drogas, además de posesión de sustancias controladas y parafernalia.
Con ese expediente por delante, la justicia local fijó fianzas distintas para cada uno. Yordany Cuervo logró salir bajo fianza tras pagar 25 000 dólares; Dario Brito Permuy permanece encarcelado. Ambos se han declarado no culpables y están a la espera de un juicio por jurado previsto, de manera tentativa, para el 12 de febrero de 2026. Las autoridades recuerdan que, pese al impacto mediático del caso, los acusados son inocentes hasta que un tribunal diga lo contrario.
La duda que surge, especialmente en comunidades cubanas de Florida familiarizadas con otros esquemas de fraude, es si se trata de novatos que dieron un salto demasiado grande o de viejos conocidos del negocio. Hasta el momento, no emergen en bases de datos públicas otros procesos antiguos por estafas similares que permitan afirmar con certeza que ambos son reincidentes en esquemas de clonación de tarjetas.
