Desde su rincón en Italia, la modelo cubana Maggie Suárez ha vuelto a encender las redes con un mensaje que, aunque sin destinatario explícito, muchos ya vinculan al escándalo amoroso más sonado del reguetón cubano en 2025: la ruptura entre Yomil Hidalgo y la influencer Daniela Reyes.
“Dios te quita y luego te explica”, escribió Maggie en una historia de Instagram que dejó a más de uno con cejas levantadas y dedos apurados en los teclados. No es la primera vez que la joven lanza frases cargadas de simbolismo justo cuando la tormenta mediática sacude a su ex. Recordemos que hace apenas unas semanas escribió: “El karma las cobró por mí”, una línea que sonó más a sentencia que a reflexión.
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Pero esta vez, Maggie fue más allá de la indirecta. Su publicación destila dolor, rabia y un aire de catarsis que no se puede ignorar. “A mí no me contaron del dolor, ¡lo conocí de cerca! Me arrancaron la piel, el alma y hasta la fe… No sabes lo que es renacer hasta que te mueres por dentro y nadie lo nota”, escribió. Con cada palabra, parece reconstruirse desde las cenizas de una historia que, aunque cerrada oficialmente, sigue dejando huellas abiertas.
La imagen que acompañó su post no fue menos simbólica: un retrato en blanco y negro, mojado por gotas de agua, muy parecido -¿coincidencia o no?- al que Yomil había subido recientemente. En el mundo del espectáculo cubano, donde todo se interpreta y nada pasa desapercibido, los guiños visuales también hablan.
“Me apagaron tantas veces que aprendí a encenderme sola”, continúa Maggie. “Fui ruina. Fui sombra. Fui silencio”. Sus palabras, profundamente viscerales, conectan con muchas mujeres que han atravesado rupturas difíciles y silencios impuestos. Pero también reafirman una narrativa de resiliencia que ha comenzado a definir su voz en las plataformas digitales.
En junio del año pasado, Maggie Suárez se convirtió en noticia tras revelar que estaba embarazada de Yomil y que él supuestamente la presionó para abortar. Ella, según afirmó entonces, decidió seguir adelante con la gestación. No obstante, hasta la fecha no ha presentado evidencia del embarazo ni se ha pronunciado nuevamente al respecto. Aún así, ese episodio marcó un antes y un después en su imagen pública, que pasó de “ex del reguetonero” a figura con voz propia.
“Nadie escuchó mis gritos cuando me estaba deshaciendo por dentro”, confesó. “Nadie vio las noches en que me abracé a mí misma para no quebrarme del todo… ¡Me salvé yo! Con lágrimas, rabia y una fuerza que ni yo sabía que tenía”.
Para quienes han seguido de cerca las idas y venidas de Yomil, este nuevo capítulo deja claro que las consecuencias emocionales de sus relaciones siguen latentes en quienes lo rodearon íntimamente. Mientras algunos fanáticos debaten si Maggie está buscando atención o simplemente exorcizando su dolor, lo cierto es que sus palabras resonaron fuerte entre mujeres dentro y fuera de la isla.
“No me busques en la mujer que un día fui… Esa murió el día que la vida me rompió sin tocarme”, escribió al final de su mensaje. Y cerró con una metáfora que arde como brasas encendidas: “Soy ave fénix porque aprendí a volar en medio del incendio”.
¿Está Maggie intentando cerrar definitivamente esa etapa o aún queda algo por decir? En un mundo digital donde cada frase puede leerse como una declaración pública y cada silencio como una bomba a punto de estallar, el fuego aún no se apaga.
