El estado de Texas está atravesando una de las peores tragedias naturales de los últimos años, tras las lluvias torrenciales que han provocado devastadoras inundaciones en el sur de la región, dejando hasta ahora un saldo de 82 personas fallecidas, entre ellas 28 menores de edad, y al menos 41 desaparecidos.
Según datos de CNN, hasta la noche del domingo se habían contabilizado: 68 muertes en el condado de Kerr (la zona más afectada), 6 muertes en el condado de Travis, 3 muertes en el condado de Burnet, 2 muertes en el condado de Kendall, 2 muertes en el condado de Williamson y 1 muerte en el condado de Tom Green.
La situación sigue siendo crítica, pues las lluvias no dan tregua. El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que se mantienen las misiones de búsqueda y rescate, al tiempo que advirtió sobre la continuidad de las precipitaciones en los próximos días. Abbott, a través de su cuenta en X (antes Twitter), actualiza constantemente la situación y las previsiones meteorológicas.
Las autoridades temen que las lluvias puedan provocar nuevas inundaciones súbitas en zonas como Big Country, el valle de Concho, el centro de Texas y, especialmente, en Kerrville, epicentro de los mayores daños.
Entre los 41 desaparecidos se encuentran alrededor de 10 niñas y su monitora, quienes participaban en un campamento de verano cerca del río Guadalupe, en el condado de Kerr. La angustia crece mientras equipos de rescate intensifican las labores para dar con su paradero.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene vigentes las alertas de inundación en varios condados, advirtiendo sobre precipitaciones de hasta 17 centímetros por hora, lo que representa una amenaza potencialmente mortal para los residentes.
Las cifras son impactantes: más de 850 personas han sido rescatadas, algunas aferradas a los árboles para salvar sus vidas, después de que la tormenta dejara hasta 38 centímetros de lluvia en la zona montañosa del estado, de acuerdo a datos facilitados por la administración Trump.
El río Guadalupe se desbordó dramáticamente, con una subida de hasta 8 metros en solo 45 minutos, arrasando casas, vehículos y dejando una estampa de destrucción. Según CNN, en cuestión de horas cayó el equivalente a cuatro meses de lluvia.
