Una discusión familiar en Hialeah Gardens terminó en tragedia cuando una mujer cubana de 63 años, identificada como Grisel Pérez, fue arrestada tras dispararle a su propio hijo dentro de la vivienda donde ambos se encontraban el fin de semana. La pelea, que comenzó como un intercambio verbal, terminó con el hijo herido de bala en el abdomen y trasladado de urgencia a un hospital de Miami-Dade, reseña WSVN 7News.
De acuerdo con el reporte de arresto citado por medios locales, todo comenzó cuando el hijo llegó a la casa de su madre el domingo por la tarde y ella lo dejó pasar. Pérez declaró a la policía que el joven se comportaba de forma extraña, como si estuviera bajo los efectos de las drogas. Mientras estaba sentado en el sofá, el hombre sacó de su bolsillo un revólver calibre .38 y realizó un disparo que impactó contra una chimenea eléctrica de cristal instalada en la sala.
A partir de ese momento, la situación escaló rápidamente. Según la versión recogida por los investigadores, cuando la madre le ordenó que abandonara la vivienda, él reaccionó con furia y comenzó a romper muebles y objetos dentro de la casa. Pérez aseguró que su hijo sacaba y guardaba el arma de fuego una y otra vez del bolsillo de su pantalón corto y que incluso salió al patio trasero para disparar otro tiro al suelo, aumentando el miedo y la tensión dentro del hogar.
Ante ese escenario, la mujer dijo que corrió hasta su dormitorio, tomó su propia pistola y se la colocó en la cintura antes de volver a enfrentar a su hijo en la sala. Fue en ese segundo cara a cara donde, según el informe policial, Pérez apretó el gatillo y le disparó una vez en el abdomen. El hombre fue posteriormente evacuado en helicóptero al Jackson Trauma Center; hasta el momento no se ha informado públicamente cuál es su estado de salud.
La policía de Hialeah Gardens revisó imágenes de cámaras de seguridad instaladas dentro de la vivienda, que mostraban parte de lo ocurrido y, según los agentes, respaldaban en términos generales la secuencia descrita por la madre. Aun así, los investigadores procedieron a detenerla. Pérez enfrenta un cargo de delito grave de primer grado por agresión agravada con arma mortal y fue trasladada al centro correccional Turner Guilford Knight para su procesamiento.
Familiares citados por Univisión en Miami han sugerido que la mujer actuó en defensa propia y describen al hijo como alguien que se vuelve “muy agresivo” cuando consume drogas, un detalle que, de confirmarse, podría ser relevante más adelante en los tribunales. Mientras tanto, el caso vuelve a poner sobre la mesa la mezcla explosiva de conflictos familiares, consumo de sustancias y fácil acceso a armas de fuego en el sur de la Florida.
