Cuba atraviesa una de las peores crisis energética en décadas. El colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), agravado por problemas en las principales termoeléctricas y la falta de combustible, ha llevado a un apagón nacional desde el 18 de octubre de 2024. El país se ha sumido en un caos energético, con millones de personas afectadas por la interrupción del servicio, y sin una fecha clara para la restauración completa del suministro eléctrico.
El apagón comenzó cuando la planta termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las más importantes del país, salió de servicio debido a problemas técnicos. A esto se sumaron averías en otras plantas, dejando al país con una capacidad de generación muy por debajo de la demanda.
Según la Unión Eléctrica (UNE), el déficit eléctrico en los momentos de mayor consumo alcanzaba ya cerca de los 1,700 MW, con cortes prolongados en todo el territorio nacional, cuando la Guiteras, que aporta unos 250 MW a la red nacional, debió salir de manera imprevista.
Desde entonces, en todo el territorio, se ha visto gravemente afectada la vida cotidiana, con interrupciones hasta en los lugares menos sospechados; entiéndase hospitales y aeropuertos.
La crisis energética actual refleja un problema estructural de décadas en Cuba. Las plantas termoeléctricas del país son obsoletas. Las más modernas se aproximan ya a los 40 años de uso.
La falta de inversión en el sector energético, en detrimento de, por ejemplo, el sector turístico, es responsabilidad de la cúpula dirigente del país que, ni siquiera de manera inteligente, habría enfocado su esfuerzos en las llamadas energías renovables. La dirección del país no previó que Venezuela podría enfrentar una crisis como la que enfrenta y que los suministros continuados, estables y regalados de petróleo desde ese país a la isla, podrían afectar su economía y su estabilidad social. El sistema eléctrico cubano es extremadamente dependiente del petróleo, debido en gran medida a la mala gestión y previsión de la cúpula dirigente y la situación ha empeorado progresivamente en los últimos años.
En respuesta a la situación actual, el gobierno cubano continúa culpando al embargo de Estados Unidos como la principal causa de la crisis energética.
Sin embargo, los críticos señalan que la falta de inversión interna y la gestión ineficiente de los recursos energéticos también han jugado un papel clave en la actual situación. Con el apagón nacional extendiéndose por varios días, y sin una solución clara a la vista, la presión sobre el gobierno sigue en aumento.
Según los últimos reportes de los siempre optimistas medios oficialistas cubanos como Cubadebate, la situación del sistema eléctrico en Cuba está “bajo control”, y los esfuerzos del gobierno se enfocan en la creación de «islas» eléctricas para restablecer el servicio de manera gradual. El director de la Unión Eléctrica (UNE) advirtió que el sistema carece de regulación de frecuencia, lo que complica aún más las tareas de estabilización.
En Las Tunas, gracias a la sincronización de plantas de generación de fueloil y diésel, se ha logrado abastecer a casi toda la ciudad. En Matanzas, la estrategia apunta a reorganizar la generación mediante un microsistema que abarque Cienfuegos y Villa Clara, enlazando más regiones a medida que se avanza.
La Habana, mientras tanto, ha conseguido restablecer el servicio en 12 circuitos, aunque las autoridades admiten que el proceso de recuperación sigue siendo extremadamente complicado.
Las protestas ciudadanas en medios oficialistas muestran el enorme grado de desespero de los cubanos por la actual situación
Sin embargo, todavía hay cubanos protestando a través de los foros que estos medios habilitan – no sin censura – para que la población exprese sus «inquietudes».
Residentes de varias partes de Cuba expresan su frustración por los apagones prolongados, como en Viñales, donde han estado más de 60 horas sin electricidad. Otros, como en Varadero y Cárdenas, también informan que siguen sin luz desde el viernes.
Según los usuarios, otras localidades como Jobabo, en Las Tunas, han estado también más de 60 horas sin suministro eléctrico.
Algunas de las quejas recogidas en el portal digital oficialista reflejan la magnitud del drama que vive la población ante la crisis energética:
«La comida ya se me esta echando a perder..entiendo la situaxion y el estres que se vive pero hasta cuando tengo que esperar?,» preguntaba una usuaria. «En uso de la nueva Ley de comunicación, solicito información sobre estimado de ¿Cuándo tendremos corriente en Guanajay?,» preguntaba otro.
«Llevamos 3 días sin corriente en Pinar del Río. La poca comida que tenemos está al echarse a perder,» expresaban varios foristas desde la más occidental de las provincias cubanas.
«¿Y en Bayamo,Granma cuando?, preguntaba otro, mientras que «al lado», en Holguín, otros dos foristas se lamentaban: «Holguin, centro ciudad norte, 52 horas sin corriente, por favor, ayuda, no resistimos más«; «Según el mapa la provincia Holguín tiene electricidad. Parece que yo vivo en Guantánamo por que hace dos días que no hay.»
«Terminen ya por favor llevo más de 48 horas si electricidad. No tenemos nada que comer ni donde cocinar,» exclamaba una madre desesperada.
Mientras algunos critican la falta de información clara y detallada sobre las causas del colapso eléctrico y se cuestiona por qué la planta Antonio Guiteras se desconectó sin una explicación clara aún por parte de las autoridades, otros agradecen los esfuerzos.
En medio de todas las quejas vistas, los que apoyan la gestión del régimen son los menos, y hay hasta quien exclama:
«Cuba, si del covid 19 salimos victoriosos, saldremos también de éste,como hemos salido de todos los obstáculos impuesto por el Dictador imperio desde el mismo 1959. Viva Cuba LIBRE Y SOBERANÍA. PATRIA O MUERTE..HEMOS VENCIDO,VENCEMOS YO VENCEREMOS».
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