Italia quedó conmocionada tras un episodio de violencia en el fútbol base: un adulto saltó al campo y agredió a puñetazos al portero de la categoría sub-14 al término de un partido en Collegno (Turín), enviándolo al hospital. El agresor es el padre de un jugador del equipo rival y fue identificado por las autoridades, que evalúan cargos por lesiones, señaló la agencia ANSA y otros medios italianos en el día de ayer.
El incidente ocurrió el pasado 31 de agosto durante el torneo “Super Oscar” sub-14, en el duelo entre CSF Carmagnola y Volpiano Pianese, en el campo Paradiso de Collegno.
Testigos relatan que, tras una trifulca entre jugadores, normal en ocasiones en estos partidos, entre los jugadores, el hombre escaló la valla y se abalanzó directamente sobre el guardameta del Volpiano, que tiene 13 años (la categoría es sub-14), golpeándolo incluso cuando ya estaba en el suelo, hasta que técnicos y adultos consiguieron frenarlo, dijeron TG24 y sport.sky.it
Un medio publicó un video del incidente en el que se nota, entre el público la risa de los asistentes en la grada, aunque después se sintieron más los chiflidos y señas de reprobación.
El menor sufrió fractura del maléolo y traumatismo en el pómulo —en algunas crónicas se habla de fractura— además de un golpe en la cabeza. Fue atendido y dado de alta horas después, con la temporada en serio riesgo.
“Temí que lo matara”, dijo el padre del chico, que también contó la pregunta que le hizo su hijo: “Papá, ¿tú hubieras pegado a un rival como hizo ese hombre?”, recoge por su parte La Gazzetta dello Sport.
La fiscalía y los carabinieri abrieron diligencias; según La Stampa, el padre agresor está formalmente investigado por lesiones, mientras la justicia deportiva ha abierto un expediente que podría involucrar responsabilidades de los clubes, añade La Stampa.
El CSF Carmagnola emitió un comunicado condenando el ataque y pidiendo disculpas a la víctima y su familia, al tiempo que anunció medidas internas contra el progenitor implicado.
Hace apenas unas horas, Alessio Russo, presidente del ASD C.S.F. Carmagnola Quencar, condenó tajantemente mediante otro comunicado, la violencia ocurrida el 31 de agosto en el torneo “Super Oscar” y expuso que el club se desmarca del agresor, a quien define como un individuo que actuó por cuenta propia y fuera del control del club.
Russo lamentó que algunas narrativas mediáticas perjudiquen su labor formativa y advierte que evaluará acciones legales ante mensajes difamatorios en redes. Agradeció, además, la solidaridad recibida y el comportamiento ejemplar de los jóvenes jugadores, que ayudaron a calmar la situación, y reafirma que la violencia no tiene cabida en el deporte.
Desde el Volpiano Pianese, el cuerpo técnico describió la escena como una “pesadilla”, subrayando que el agresor “era una furia” y que fue necesaria la intervención de varios adultos para contenerlo.
En dos comunicados, uno publicado el lunes y otro ayer martes, el club expresó su «más sincera y profunda solidaridad» con la joven víctima, identificado como Thomas Sarritzu, y señaló que lo sucedido «nada tiene que ver con los valores deportivos y el entorno educativo que queremos para nuestros hijos.»
«Confiamos en que la justicia ordinaria sea capaz de reconocer la gravedad de lo sucedido, para que tales episodios no queden impunes y ya no encuentren espacio en los campos de juego,» señalaron además. Y agregaron:
«(…) reiteramos que estaremos al lado de nuestro miembro y su familia ofreciendo todo el apoyo necesario en este difícil momento.»
Luego, el martes, fue más tajante aún, al señalar su presidente, Massimo Gariglio, que «retira a su equipo Sub-14 del Torneo Super Oscar para comprender a fondo lo ocurrido y proteger la serenidad y el crecimiento del grupo tras los recientes hechos.»
En el comunicado, el club reafirmó los valores de «lealtad, respeto y fair play», y agradeció «al comité organizador y a los clubes por el apoyo recibido», a la vez que «promete seguir promoviendo un fútbol formativo que sea escuela de vida y respeto, nunca de miedo o violencia».
El caso ha reavivado en Italia el debate sobre la violencia en el deporte formativo y el papel de los adultos en la grada. Medios y exfutbolistas han reclamado sanciones ejemplares —incluidos vetos de acceso (DASPO) a instalaciones deportivas— y programas de educación para familias y entrenadores, con el fin de preservar el entorno lúdico y educativo del fútbol de base.
En todo caso, el mensaje que deja el menor —“los adultos no se comportan así”— resume la indignación que hoy recorre canchas y vestuarios en todo el país.





