En la calurosa noche del 27 de julio, entre luces, bajos retumbantes y multitudes enardecidas por el reguetón, una figura llamó la atención en la Plaza del Reloj de la Alameda, en Santiago de Cuba. No se trataba de ningún artista ni de un fan exaltado, sino de Raúl Guillermo Rodríguez Castro, más conocido como “El Cangrejo”, nieto de Raúl Castro y su fiel escolta personal.
La escena fue divulgada por el creador de contenido Un Martí To Durako, quien compartió las imágenes en su cuenta de Instagram junto con un mensaje cargado de sarcasmo y denuncia: “Aunque llegues escondido al concierto, de mí tú no te escapas. Y, de paso, como sé que vas a ver este post, dile a tu abuelo que es un asesino”.
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El evento musical, protagonizado por los reguetoneros cubanos radicados en Miami Dany Ome y Kevincito El 13, coincidió con las celebraciones oficiales por el Día de la Rebeldía Nacional, una de las fechas más emblemáticas del calendario político castrista. La presencia de El Cangrejo no solo encendió las redes, sino que volvió a poner bajo la lupa la relación entre algunos exponentes del género urbano y las altas esferas del poder en Cuba.
Los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar. “Después los artistas no quieren que los mezclen con la política (y en Pabexpo estuvo Sandrito)”, escribió un usuario, mientras otro ironizaba: “Hay más comunistas en un concierto de ellos que una reunión del PCC”. Las críticas apuntan a lo que muchos ven como una colaboración disfrazada entre el entretenimiento y la maquinaria estatal. “En Pabexpo Sandro Castro y en Santiago El Cangrejo, ¿cuánto dinero les habrán dado por la gira?”, cuestionó otro internauta.
Desde su llegada a Miami, Dany Ome y Kevincito El 13 han intentado mantener una carrera que conecte con el público cubano dentro y fuera de la isla. Sin embargo, la decisión de ofrecer conciertos gratuitos en Cuba, especialmente durante fechas de carga política como el 26 de julio, ha despertado sospechas entre sectores del exilio, que ven en estas acciones una forma de blanquear la imagen del régimen a través de la música.
La aparición de El Cangrejo no se da en un vacío. Apenas la semana anterior, su amigo cercano Jorge Javier Rodríguez Cabrera -exfuncionario vinculado al Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX)- fue arrestado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Nevada. Rodríguez Cabrera, con conexiones directas con la élite castrista, fue puesto en proceso de deportación expedita, lo que sugiere un retorno inminente a la isla.
Así, mientras unos bailan en la plaza y otros celebran fechas patrióticas, el tejido entre farándula, poder y controversia se sigue enredando. Lo que para algunos es música y fiesta, para otros es un espectáculo de complicidad silenciosa.
