Camila Guiribitey volvió a encender el ámbito digital, pero esta vez no fue por sus viajes a destinos paradisiacos ni por su clóset de infarto, sino por la forma en que se rió de los haters tras estrenarse en TikTok Shop. La influencer cubana —que combina vida de lujo con olfato empresarial— dejó un mensaje directo: aprovechar oportunidades también es parte del juego.
En un clip junto a su madre, Camila parodió los comentarios que cuestionan que una millonaria venda en línea. Entre risas, suelta: “Mami, soy tendencia, nos fuimos virales porque vendo en TikTok Shop. De millonarias a pobres. Se acabó el billete”, y las dos recrean un sketch que terminó escalando en reproducciones.
Lejos de engancharse con el ataque, capitalizó el ruido con su sello irónico. En la publicación escribió: “Ya que somos trending topic, vamos a monetizar”, frase que sus seguidores adoptaron como grito de guerra. Horas más tarde subió otro video, esta vez en pijama de diseñador y junto a La Mamilover, rematando con: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan. Las mujeres de negocio no dejan pasar una oportunidad”. En los comentarios, aplausos por la actitud y por el mensaje de independencia económica.
Guiribitey también respondió uno a uno a quienes cuestionaron su decisión. A un usuario que preguntó por qué una “millonaria” vendería en TikTok, replicó con elegancia: “Quizás por eso soy millonaria, porque no le digo nunca que no a las oportunidades de crear ingresos”. Y fue todavía más clara en otro intercambio: “¿Quién dijo que tener dinero es sentarse a gastar? Nunca le digas que no a una oportunidad de tener ingresos. Mientras sea trabajo honrado, dale pa’lante”.
Conclusión: Camila le dio la vuelta a la polémica con humor, estrategia y consistencia de marca. Si algo se viraliza, ella lo convierte en tráfico, comunidad y ventas. En su playbook, las críticas no frenan: se monetizan.
