Por lo mismo que empresarios extranjeros se quedan en Cuba, los peloteros cubanos se marchan: por el beneficio económico con vistas al futuro.
Hace tan solo un par de semanas semanas, el pelotero Luis Enrique González, jardinero de los Elefantes de Cienfuegos, anunció que pediría la baja de la pelota cubana debido a su exclusión del roster al Mundial Sub-23. Más recientemente, el pasado domingo, también ocurrió con el lanzador de los Toros de Camagüey y uno de los principales pitchers del béisbol cubano: Yousimar Cousin. El prometedor lanzador anunció también su ruptura con el béisbol de Cuba.
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Tantas «fugas» -en este caso bajas- no presagian nada bueno para el futuro del béisbol cubano, que recientemente vio cómo se escapaban, por distintas vías y horarios -incluso lanzándose desde la ventana de un segundo piso- una decena de peloteros desde el hotel en que se encontraban alojados en Obregón, México.
Era ese el equipo «patriótico» al que no llevaron a Darling Jiménez, pelotero granmense que, supuestamente ahora había anunciado su salida del sistema deportivo cubano, muy probablemente con intenciones de buscar un mejor futuro fuera de la isla. Podrá decirse que «deportivo», pero también económico.
Sin embargo, dos horas después de darse a conocer la decisión de Darling Jiménez de marcharse de la concentración de la preselección cubana, con vistas a los Panamericanos, el periodista deportivo Francys Romero anunció que no es cierto esto. Supuestamente alguien suplantó la identidad del pelotero para generar una noticia falsa.
Sin embargo, la verdad es que con independencia del caso «Darling Jiménez», la fuga de peloteros cubanos continúa y continuará.
La Sherrit dice que se queda
Pero, si los peloteros se van… los empresarios canadienses de la Sherrit no. O al menos eso han anunciado.
De acuerdo con declaraciones del presidente de la compañía canadiense Sherrit International, Leon Binedell, no solo se van a quedar en Cuba, sino que apostarán por «el incremento de las capacidades de producción en la planta Moa- Níquel S.A. comandante Pedro Soto Alba», ubicada en la provincia de Holguín (oriente), según reseñó la oficialista Agencia Cubana de Noticias.
El funcionario estuvo recientemente en la planta, acompañado del ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, momento ese en el que el visitante «reconoció el esfuerzo de los trabajadores por mantener en funcionamiento la industria,» a pesar de los bajos salarios y de los problemas de salud – y esparcimiento – que enfrentan estos, y numerosos habitantes en Moa.
La compañía canadiense lleva 27 años explotando esa zona de conjunto con la parte cubana, y aunque allí no hay peloteros, muy probablemente el descontento existente entre sus trabajadores sea similar al que manifiestan por estos días Cousin y González.
Solo que algunos aspirar a irse. Otros están resignados a quedarse.
