En una presentación en Miami ante más de dos mil personas, Kamala Harris admitió que la derrota electoral de 2024 la dejó “traumatizada”, un golpe que dijo haber procesado a través de su libro 107 Days. Durante la conversación, reseñada por Miami Times Online, habló de racismo, sexismo, su relación con Joe Biden y el desgaste emocional de la campaña, aunque evitó confirmar si volverá a aspirar a la presidencia en 2028.
Un hombre de 39 años fue arrestado en Miami tras descubrirse que instaló dos cámaras ocultas en la vivienda de su exnovia. La policía encontró los dispositivos en tomacorrientes del salón y el dormitorio, y el acusado admitió su instalación en mensajes de texto.
Miami entra en la semana de Thanksgiving con la certeza de que enfrentará una auténtica avalancha de viajeros. En el Aeropuerto Internacional de Miami las proyecciones rozan los dos millones de pasajeros, mientras que las autopistas clave del sur de Florida empiezan a llenarse antes de los días críticos. Las autoridades hablan de un operativo sin precedentes, marcado por nuevas tecnologías de seguridad, refuerzos en carretera y la advertencia de que, a medida que avance la semana, la ciudad vivirá una presión creciente en sus pistas y en su asfalto. El tránsito pesado del lunes y martes ya anticipa lo que viene: una mezcla de vuelos saturados, retrasos, embotellamientos y retornos complicados que convertirán este Thanksgiving en uno de los más intensos de los últimos años.
Una discusión familiar en Hialeah Gardens terminó con una madre cubana arrestada y su hijo hospitalizado tras recibir un disparo en el abdomen. Según el reporte policial, la mujer aseguró haber actuado en defensa propia luego de que el joven, presuntamente bajo los efectos de las drogas, disparara dentro de la casa y comenzara a destruir muebles. Las autoridades revisaron imágenes de seguridad que confirmaron parte del relato, aunque igual procedieron con su detención mientras continúa la investigación.
El cubano Josue Rodríguez, residente legal en EE.UU. desde los 90 y camionero de oficio, fue detenido por ICE en una cita rutinaria y terminó 40 días en una cárcel de Wyoming antes de ser deportado a México, un país donde no tiene vínculos, papeles ni un futuro claro.
Tres expedientes, tres modalidades delictivas y un mismo punto de convergencia: Miami, donde las fronteras entre lo local y lo internacional son delgadas, y donde el sistema judicial continúa lidiando con redes que aprovechan ese tránsito constante.
En declaraciones retomadas por TheWrap, Spacey acusó a The Telegraph de haber creado un relato diseñado para viralizarse a costa de su situación personal. “No estoy durmiendo en bancos de parques. Estoy trabajando donde puedo trabajar”, afirmó. El periódico británico defendió su cobertura asegurando que la descripción se ajustaba a lo que Spacey dijo durante la entrevista, aunque reconoció que el titular enfatizaba la parte más dramática de su testimonio.
El proceso judicial no era nuevo para él. En 2015, un jurado ya lo había condenado a muerte por el mismo crimen, también con una votación 9 a 3, pero la sentencia fue anulada por cambios constitucionales relacionados con la aplicación de la pena capital en Florida. Esta vez, los fiscales insistieron en que la violencia del ataque —y el hecho de que Andrés ya era un asesino convicto— justificaba la ejecución. Recordaron que en 1987 él había matado a puñaladas a Linda Azcarreta, amiga de su esposa, un crimen por el que apenas cumplió 18 meses de prisión tras declararse culpable.