El post, publicado en Facebook el pasado 29 de junio, acumula 6,2 mil reacciones, con 248 comentarios y se ha compartido 59 veces. Unos lo celebran como una gesta de valentía ganadera; otros cuestionan la ética de mantener amarrado a un animal que solo se defendía en su hábitat natural. Pero todos coinciden en algo: no es un toro cualquiera. Su tamaño, fuerza y fama de “invencible” lo han convertido en el protagonista del más puro rodeo cubano.