Estas dos historias ilustran los diferentes caminos que pueden tomar los inmigrantes cubanos al llegar a Estados Unidos. Mientras que algunos, como Yosvany Bello Roque, aprovechan las oportunidades que se les presentan para construir una vida mejor y aportar positivamente a su comunidad, otros, como Mario Enrique Nerey Valdivia, eligen caminos que los llevan a enfrentarse con la ley y a poner en riesgo tanto su futuro como el de aquellos que los rodean.
Estos eventos reflejan un patrón alarmante de criminalización y desesperación que afecta a numerosos cubanos en el contexto de la actual crisis migratoria