Con inundaciones históricas y daños significativos en Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Florida y Tennessee, este ciclón tropical ha sido devastador tanto en pérdidas humanas como en destrucción material.
Francine es la sexta tormenta nombrada en la temporada de huracanes del Atlántico y se fortaleció al alcanzar las aguas excepcionalmente cálidas del Golfo de México.