La paradoja de William Sosa —delogiado por salvar vidas al acusado por ejercitar la libertad de pensamiento— ilustra una regla amarga de la contemporaneidad cubana: no basta con ayudar al otro, al sistema le importa más que no critiques al poder. Y cuando se critica, aunque sea desde el análisis respetuoso, el sistema sospecha y actúa.
El último programa dedicado a demonizar a elTOQUE encaja en un guion ya conocido, pero cada vez más burdo. La académica y activista Hilda Landrove lo resume como una especie de confesión de impotencia, “solo que en la forma en que los criminales confiesan su impotencia, atacando”.
En el centro de la polémica está Luis Enrique González Martínez, de 25 años y natural de Placetas, quien cumplía sanción en el área militar del penal y se encargaba de repartir los almuerzos a otros internos. De acuerdo con lo reportado por Nio, fue trasladado sin explicación a dependencias de la Seguridad del Estado y permanece incomunicado desde el día de la fuga. Su esposa, Dayluis González, denunció que su marido “no tiene nada que ver con eso” y expresó temores por su integridad, al asegurar que él le dijo que prefería morir antes que estar en el lugar donde lo mantienen retenido.
Las muertes de Diubis Laurencio, Hansel Ernesto, Manuel de Jesús, Victor Angel, Zinedine Batista y Juan Wilfredo Soto, además de la más reciente, la de Félix Lázaro Reinoso Rodríguez, despiertan alarma por la falta de transparencia, ausencia de investigaciones confiables y la impunidad de los agentes responsables.
En fin, el Festival de ahora a muchos se nos antoja como un festival dedicado a quien no fue despedida como merecía, que excluye al que sigue diciendo lo que otros callan, y deja afuera a los que escogieron seguir haciendo reír en Libertad.
Varios usuarios han compartido videos que muestran lo sucedido durante la reunión, evidenciando la presión que enfrentan los estudiantes por parte de la Seguridad del Estado y el rechazo generalizado a las nuevas medidas comerciales impuestas por la empresa estatal de telecomunicaciones.
El padre Lester es una de las voces más claras y firmes dentro del catolicismo cubano en cuanto a la crítica social y la defensa de los derechos humanos. Ha denunciado abiertamente la desesperanza del pueblo cubano, el deterioro moral y material de la sociedad, y ha cuestionado el silencio institucional ante tanto dolor.
El incidente ocurrió en un contexto de alta tensión social en la isla, marcada por crisis económicas y restricciones crecientes a la libertad de expresión. Las sanciones solicitadas —desacato (art. 185.1), desobediencia (art. 189.1) y atentado (art. 182.1.4)— son castigos previstos originalmente para conductas mucho más graves, lo que evidencia el uso del Código Penal como herramienta de represión política.
Desde hace meses, pero con una intensidad escalofriante en las últimas semanas, Lara ha documentado en redes sociales los mecanismos de presión que el Estado cubano ha ejercido contra ella
Durante el interrogatorio, los agentes mostraron a Tan un expediente con supuestas pruebas de sus publicaciones en redes sociales y lo acusaron de estar "caminando hacia el delito de mercenarismo". Además, le recomendaron que aprovechara su pasaporte para salir del país, insinuando que un exilio forzado sería la mejor salida para evitar problemas legales.
la procesión de la Virgen de Regla, una de las más importantes del calendario religioso cubano, transcurrió bajo la atenta mirada de las autoridades del régimen, quienes, temiendo una rebelión popular, custodiaron cada paso de la salida de la Virgen a las calles de La Habana.