A pesar de tener miedo a la oscuridad, el niño se repitió a sí mismo: "No tengas miedo, no tengas miedo". Con esa frase como mantra, se llenó de coraje y caminó hasta el auto familiar, donde estaba el teléfono móvil de su bisabuela. Sin dudarlo, tomó el dispositivo y regresó rápidamente para alertar a sus familiares.
Según el reporte policial, los oficiales de policía de High Springs encontraron a los dos niños en un supermercado Winn Dixie después de realizar una verificación de rutina en la matrícula - chapa - del vehículo.
El abogado del niño, la letrada Angela Cunningham argumentó durante su comparecencia inicial ante el tribunal el miércoles que la fianza debería reducirse de $50,000 a $100.