Las palabras dichas por Sobrino encierran una contradicción. El gobierno cubano ha hecho reiteradas referencias a lo díficil que les resulta escoger en qué emplear las escasas divisas que posee. Han dicho que lo prioritario es la alimentación para el pueblo pero, ¿cómo justificar que no tienen divisas para comprar 60 motores para 60 barcos, cuando reiteradamente han realizado compras significativas de automóviles para el turismo?