El fallo, emitido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, detiene provisionalmente la orden de la jueza federal Paula Xinis, quien había dado hasta la medianoche del lunes 7 de abril para “facilitar y efectuar” el retorno de Kilmar Abrego García, un migrante salvadoreño deportado erróneamente a El Salvador. Esta decisión permite que la administración Trump, a través del Departamento de Justicia, continúe argumentando que los tribunales no pueden obligar al Ejecutivo a actuar en el ámbito de la diplomacia internacional.