“No Kings” fue más que una consigna. Fue un grito coordinado, diverso y multigeneracional que desde Salt Lake City hasta Miami, pasando por Las Vegas, cuestionó el rumbo del país y dejó claro que muchos estadounidenses no están dispuestos a aceptar lo que ven como una deriva autoritaria.
Tres padres. Tres tragedias. Tres familias rotas. Así se vivió un Día de los Padres que, en lugar de regalos y sonrisas, dejó luto, confusión y un profundo dolor.
No todo es tan malo como a veces lo pinta la prensa. Miami sigue destacando como centro de innovación, gastronomía y oportunidades globales. Aquí las razones por las que sigue brillando.