El médico Salvador Plasencia fue condenado a 30 meses de prisión por suministrar ilegalmente ketamina a Matthew Perry en los meses previos a su muerte. La investigación reveló que el actor obtenía dosis adicionales fuera de los protocolos médicos, en una red donde Plasencia actuó como proveedor clave. La sentencia envía un mensaje a las clínicas de bienestar que cruzan la línea entre tratamiento y abuso.
En ese juego, la imagen difundida por cuentas de cultura pop y replicada por portales sirve para recordar que la actriz encara la etapa de madurez de su carrera con un pie en Hollywood y otro en una normalidad que parece cultivar lejos del estruendo, al menos cuando no está frente a las cámaras.
People adelantó que la pena máxima teórica para Sangha —dependiendo del cómputo final del juez— podría llegar a decenas de años de prisión. La audiencia de diciembre permitirá conocer si el tribunal acoge las recomendaciones de la fiscalía y cómo pondera la cooperación y el acuerdo de culpabilidad de la acusada.
Mientras la defensa insiste en que la demanda carece de mérito, el tribunal deberá decidir si las acusaciones avanzan a juicio o si, como pretende Costner, quedan desestimadas. Por ahora, la batalla judicial apenas comienza, y la reputación de una de las estrellas más reconocibles del cine estadounidense queda bajo una incómoda lupa pública.
Aunque los arrestos representan un avance, el LAPD continúa investigando para determinar el alcance real de la operación y si existen más integrantes de la banda en libertad. Mientras tanto, vecinos y propietarios de mansiones en Los Ángeles refuerzan sus sistemas de vigilancia, conscientes de que, en esta ola de robos, la fama de la víctima no es garantía de protección.
La casa, adquirida en julio de 2024 tras su divorcio de Jennifer Lopez, es un refugio que Affleck ha descrito como "modesto" en comparación con sus anteriores residencias, aunque cuenta con más de 6,200 pies cuadrados, cinco habitaciones y seis baños. Irónicamente, mientras su propiedad permanece segura, otros famosos, como Adam Brody, Leighton Meester y Mandy Moore, han sufrido pérdidas irreparables.
La causa del incendio aún está bajo investigación, pero las condiciones de sequía y los fuertes vientos han sido factores determinantes en su rápida expansión.