La huelga de hambre y sed, iniciada hace doce días, fue una medida extrema de protesta contra una condena de 14 años por sedición, un castigo que Duannis y su familia consideran injusto por haber participado pacíficamente en el levantamiento popular del #11J.
La plataforma #Todos y organizaciones como el OCDH insisten en que "las excarcelaciones deben continuar sin excusas ni dilaciones". Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, el descontento crece y la confianza en el cumplimiento de las promesas del régimen disminuye.