La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) continúa ejecutando arrestos de cubanos vinculados a violaciones de la polémica Ley Laken‑Riley,...
Lo que allí ocurre desnuda la contradicción de la política estadounidense hacia Cuba: mientras en el discurso oficial se sigue hablando del “refugio” que representa EE.UU. para quienes huyen de la isla, en la práctica cientos de esos mismos migrantes están atrapados entre fronteras, cárceles y un destino incierto.
Al opositor cubano Joel Pérez le negaron su caso de Asilo Político. En días pasados, el caso de Oscar Casanella quedó en suspenso. ¿Cuánto más hay que esperar y ver para despertar como comunidad? ¿Para que nuestros políticos actúen como deben actuar?
El mensaje es claro: si te vas, vas a sufrir. Si vuelves deportado, sé útil y demoniza al país que te acogió. Así se premia tu regreso forzado: con una tribuna para servir al guion oficial. Porque lo que menos le interesa a Granma es saber por qué tantos cubanos se lanzan al mar o cruzan selvas con niños en brazos. Lo que importa es que alguien diga, frente a cámara, que en Estados Unidos no hay libertad.