Ferrante puede que no se crea lo que dijo. Puede que ni siquiera lo haya dicho de verdad. Pero lo lanzó, lo puso en circulación, y obtuvo exactamente lo que buscaba: atención. Y mientras la memoria de Celia Cruz y Benny Moré queda al margen de este juego, convertida en moneda de cambio para ganar minutos de tendencia, seguimos viendo cómo la música cubana se convierte, demasiadas veces, en escenario de batallas que poco tienen que ver con su valor artístico y mucho con la capacidad de generar ruido en un mundo donde el ruido es poder.
La joven actriz ejerció como presentadora e hizo gala de la profesionalidad característica en el momento que lo requirió, con una excelente dicción y seguridad además, pero apostó por rebajarle a la gala un tanto la sosa solemnidad de otros años e imprimirle una cuota de relajación más que necesaria, en estos tiempos de crisis con alimentos, con las medicinas y con el suministro eléctrico.