Las muertes, comunicadas entre el 8 y el 11 de noviembre, llegan mientras Hollywood, la música y la economía de los creadores atraviesan un ciclo de revisión sobre cuidados, seguridad y redes de apoyo. En los casos de Kirkland y Duarte, la comunidad se ha movilizado para cubrir gastos y rendir homenajes; en el de Frehley, el dictamen forense zanja especulaciones y subraya la fragilidad de lo cotidiano. La memoria, en los tres frentes, se sostiene en lo que sus obras inspiran: una actuación que abrió cauces para el cine independiente, una guitarra que forjó el molde de un género, y una cámara casera que hizo de la comida un acto de compañía.
Las muertes de Ray Reyes Brizuela e Isael Pérez no son hechos aislados, sino parte de un patrón más amplio de siniestralidad en Cuba, donde cada semana se reportan víctimas fatales en la vía. La diferencia es que, en la ausencia de una prensa oficial ágil en cubrir estos temas, son las redes sociales —los muros de Facebook, los reels compartidos, las páginas independientes— las que se convierten en obituario colectivo y también en fuente de información. Desde allí, las familias y amistades lloran a sus muchachos, repiten una y otra vez la sigla EPD y, al mismo tiempo, dejan constancia de lo que pasó.
Con su partida, Cuba pierde a un intérprete sólido, apasionado y polifacético, que marcó un hito en la radio, el teatro, la televisión y la cultura nacional. Descanse en paz.
La muerte de Yanelys Oropeza, y el riesgo que corrió su hijo, vuelven a poner sobre la mesa la urgencia de reforzar la educación y la prevención en comunidades rurales, donde las labores agrícolas a cielo abierto siguen siendo parte de la vida cotidiana.
En pocas jornadas, la nación ha visto partir a profesionales que representaban décadas de experiencia y entrega. Sus muertes, más allá del dolor inmediato, dejan interrogantes sobre la capacidad de las instituciones para suplir vacíos humanos y profesionales en un contexto ya marcado por la migración y la falta de personal especializado. Este fin de semana, el luto no fue solo de familias y amigos: fue un duelo colectivo para la pedagogía, la medicina y la academia cubanas.
El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad vial en Cuba, la necesidad de mejorar la iluminación y señalización en tramos peligrosos, y la urgencia de sancionar con rigor a quienes atropellan y se dan a la fuga. Mientras las autoridades continúan las investigaciones para dar con el conductor responsable, el recuerdo de Yasmany Mancebo queda vivo entre quienes lo vieron bailar, tocar tambores o simplemente sonreír, iluminando con su presencia cada lugar que pisaba.
El diagnóstico de Mack fue anunciado a comienzos de 2025: padecía un tumor llamado glioma difuso de línea media (diffuse midline glioma), una enfermedad neuro-oncológica altamente agresiva
El legado de Álvaro Pérez Morales se ancla en una etapa de transición y consolidación del sistema de transporte nacional, especialmente del ferrocarril como símbolo de progreso y movilidad en un contexto post-crisis. Su deceso cierra un capítulo importante en la historia del MITRANS y en la memoria colectiva de generaciones de trabajadores del transporte en Cuba.
Elvin Fontaine Ortiz muere como vivió: en el silencio de la seguridad del Estado, en la fidelidad discreta al líder que protegió. Su partida deja la sensación de un servicio relegado al anonimato del poder, sin penas ni glorias públicas, pero con el reconocimiento callado de quienes compartieron su misión.
En su publicación, Tomey rememora momentos compartidos con Claxton en el barrio, destacando su presencia constante, su voz centrada y cariñosa, y su particular forma de llamarlo "Armando" en lugar de "Tomey".
El fallecimiento de Ricardo ha dejado un enorme vacío en la vida de sus seres queridos, pero el cariño y el respaldo de la comunidad han demostrado que su legado de amor y alegría permanecerá en la memoria de quienes lo conocieron.