Los exempleados consultados entregaron a CBC recibos de transferencias y talones de pago que muestran que hasta el 84% de sus ingresos netos eran retenidos por el régimen. Con el dinero que se les permite conservar, relatan que sobreviven comprando alimentos en tiendas de descuentos, asistiendo a bancos de comida y adquiriendo ropa y otras necesidades en ventas de garaje.
La escena tiene algo de crónica de época: una carretilla de cemento convertida en pasaporte emocional. En la Granada de las grúas, los cubanos —y otros muchos latinoamericanos— están dispuestos a empuñar la pala para levantar paredes ajenas. Y, con un punto de sorna, quizá también para levantar los cimientos de una vida que, por ahora, solo puede edificarse lejos. Porque si en casa faltan ladrillos, siempre quedará la mezcla… y la esperanza de, algún día, volver a construir lo propio.
Recientemente, las autoridades mexicanas realizaron una operación de rescate que resultó en el salvamento de 16 mujeres —14 de ellas extranjeras— presuntamente víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral en Cancún.