El susto de este fin de semana reabrió, además, un debate más amplio sobre el turismo de naturaleza en el sur de África: hasta qué punto el aumento de visitantes presiona a la fauna, y cómo reforzar estándares de observación responsable para reducir episodios de estrés y de riesgo humano. Para los viajeros, la lección es clara: el video impresiona, pero también advierte. A pocos metros de una madre elefanta, la foto perfecta puede ser la peor decisión del día.