La denuncia, hecha pública por la activista cubana Irma Lidia Broek en Facebook, muestra lo que deberían ser alimentos de ayuda entregados a ancianos y familias afectadas, convertidos en una pasta hinchada, descompuesta, con ese brillo aceitoso que solo tienen las cosas que ya empezaron a despedirse de este mundo.
Un sacerdote de 72 años en Miami fue arrestado luego de que una discusión con una mujer que dejaba donaciones en la iglesia terminara en forcejeos, daños al vehículo y acusaciones de agresión. La víctima, con antecedentes cardíacos, debió ser hospitalizada; el párroco quedó en licencia administrativa.
Más allá de la cifra, lo que queda es la pregunta incómoda: ¿por qué una madre cubana tiene que esperar a hacerse viral, llorando en un parque con sus niños hambrientos, para que aparezca una red de ayuda que le ofrezca lo que el Estado no ha sido capaz de garantizarle? La colecta de más de tres millones de pesos habla de una solidaridad enorme, pero también de un vacío igual de grande.
La expectativa ahora es doble: que las brigadas y donativos anunciados lleguen con prontitud y que la promesa de “atender a todos” se acompañe de decisiones operativas visibles, auditables y comprensibles para el barrio que aún seca la guata de su colchón al sol. Mientras tanto, el video sigue circulando y los comentarios se acumulan con una mezcla de rabia, decepción y propuestas muy concretas para resolver algo tan básico como el descanso de una familia.
El hambre no espera a que se destraben las negociaciones en Washington. Mientras tanto, la vida sucede: un niño que desayuna en la escuela porque en casa no alcanzó, una madre que cambia una cena por dos meriendas, un jubilado que divide la pastilla para que dure el mes. La combinación de inflación, alquileres altos y cortes en la cadena de suministro de alimentos ha dejado a muchas familias sin margen. SNAP era ese respiro. Si falta, la ciudad tendrá que respirar por ella.
En Cuba, donde los mecanismos formales de asistencia suelen ser lentos o insuficientes, Facebook y WhatsApp funcionan como tablón de anuncios, oficina de coordinación y, muchas veces, única ventanilla de esperanza. Hay una ética de la proximidad que se activa: quien no tiene dinero ofrece transporte; quien no puede donar sangre replica la convocatoria; quien no posee colchones pregunta por tallas de ropa; quien vive fuera enciende la cadena de remesas o compra en línea.
La reciente donación de semillas por parte de Italia a Cuba, destinada a "recuperar" las plantaciones afectadas por el huracán Oscar en Guantánamo, pone...
Con más de mil viviendas afectadas, la pérdida de bienes esenciales y el riesgo sanitario que se cierne debido a la falta de agua y alimentos adecuados, el camino hacia la recuperación en Guantánamo dependerá de la eficacia en la distribución de las donaciones y la resiliencia de sus habitantes para reconstruir lo perdido.
Este récord en donaciones refleja la continua solidaridad de la sociedad civil estadounidense con el pueblo cubano, incluso en medio de una crisis económica agravada por factores internos de la isla
La asistencia humanitaria proporcionada por la CFE al gobierno cubano tras el huracán Ian destaca la solidaridad de México en tiempos de crisis. Sin embargo, también pone de manifiesto las estrategias utilizadas para evitar el embargo comercial y financiero de Estados Unidos sobre la isla, al disfrazar estas entregas como donaciones humanitarias.