Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre las tarántulas del Caribe, sino que también resalta la necesidad de preservar estos ecosistemas que continúan sorprendiendo con su singularidad.
El científico que la encontró de casualidad, pensó que el insecto era una hormiga león, pero se dio cuenta durante un curso en línea sobre biodiversidad y evolución de insectos en 2020 que era una crisopa gigante. La envergadura del insecto de casi 2 pulgadas era una clara indicación de que no era una hormiga león.