La suspensión del evento, aunque vista por Pérez como un gesto de empatía, ha abierto una nueva ventana para la crítica social, reflejando el profundo descontento que vive el pueblo cubano frente a las promesas incumplidas del gobierno.
Bebeshito lamentó que se le considere un maltratador de mujeres, ya que ni él ni su equipo de seguridad personal estuvieron involucrados en la agresión a la joven