El deceso ocurrió mientras el barco navegaba en aguas internacionales, y fue reportado al atracar en Miami. El FBI asumió el caso en cumplimiento de su protocolo habitual, que establece su jurisdicción en muertes o presuntos delitos cometidos en embarcaciones con bandera estadounidense o que arriban a puertos del país.
La operación se enmarca en una devolución total de más de 15 millones en fondos no usados, que también incluyó aportes al Fondo General del condado y a organismos como el Distrito de Navegación Interior de Florida o el Distrito de Manejo del Agua del Sur de Florida. Pero fue el monto destinado a The Children’s Trust el que generó mayor eco porque representa algo más que un número: simboliza el retorno directo de recursos a quienes menos voz tienen en las discusiones presupuestarias, los niños.
Por el momento, las autoridades han pedido paciencia a la comunidad y han reiterado que el objetivo inmediato es determinar con precisión qué falló y por qué, con el fin de evitar que un accidente similar vuelva a ocurrir. Mientras las investigaciones avanzan, el festival ha continuado sus actividades con mayor despliegue de personal de seguridad y técnicos en las áreas de juegos. Las familias de las menores, que han solicitado privacidad, esperan una recuperación completa y respuestas claras sobre un episodio que opacó lo que debía ser una jornada de alegría comunitaria.
Quienes estén en condiciones de salud aptas para donar deben acudir al banco de sangre u hospital más cercano con su carné de identidad y mencionar que la donación es para Leandro Sánchez (indicar el nombre completo en admisión). En Cuba, de forma general, se aceptan donantes entre 18 y 65 años, con peso igual o superior a 50 kg, sin fiebre, infecciones recientes ni tratamientos antibióticos o procedimientos invasivos de las últimas semanas. Personas con enfermedades crónicas no controladas o embarazadas suelen quedar excluidas. Ante dudas, el personal sanitario realiza una evaluación rápida en el sitio.
La familia sigue aferrada a la esperanza de reencontrarse con el gato de nombre Finn y reitera que entregará la recompensa a quien brinde información que permita traerlo de regreso a casa.
Lo que empezó como una hazaña individual terminó convirtiéndose en un testimonio de solidaridad compartida: un recordatorio de que, a veces, los kilómetros más largos se recorren con el corazón.
La fotografía de este señor, sentado en un banco de parque con un letrero que promovía este intercambio, ha tocado el corazón de muchos, incluyendo al propio Limay.