Washington pide a sus connacionales mantenerse informados por canales oficiales, revisar sus planes de seguridad personal y evitar conductas que los hagan blanco fácil, como portar efectivo a la vista, caminar con el celular en la mano o transitar de noche por zonas sin alumbrado.
Ambos casos subrayan la falta de respeto por los derechos humanos y la vida en Cuba. Los presos políticos continúan siendo usados como moneda de cambio, mientras que las familias de los fallecidos en Holguín buscan respuestas en medio del silencio institucional. Es evidente que, para el régimen, la narrativa oficial es más importante que la justicia y la verdad.