Según Cowboy State Daily, Lunt llegó a Cuba en los años cincuenta tras casarse con una mujer belga cuya familia impulsó la compra conjunta de un rancho de 5.000 acres en la isla. Estando allí, y tras la revolución de 1959, la CIA lo reclutó aprovechando su posición y sus contactos. Lunt ayudó a fotografiar bases soviéticas, reclutar informantes y facilitar puntos de entrega clandestinos. Su rancho, de propiedad formal belga, le permitía operar con cierta discreción en un país donde Castro aún mantenía relaciones cordiales con Europa.
De acuerdo con la agencia AP, un agente federal le ofreció una importante suma al piloto para que desviara su avión ( con Maduro dentro) para capturarlo. El entramado era parte de una operación que duró 16 meses sin lograr el éxito.
De acuerdo con un reporte de The New York Times, la agencia rechazó que los síntomas sufridos por más de 1.000 diplomáticos y espías estadounidenses en varios países del mundo tengan que ver con una campaña global de alguna potencia extranjera.