Según los informes de la Unión Eléctrica (UNE), un 30% de la población continúa sin electricidad, concentrándose en las provincias orientales, donde la situación es más crítica. Este apagón, que comenzó el pasado 18 de octubre, ha dejado al país sumido en la oscuridad, afectando tanto la vida cotidiana como la actividad económica.