La polémica en torno al cantante colombiano Beéle vuelve a ocupar titulares, esta vez no por su música, sino por un escándalo legal que involucra a su expareja, la creadora de contenido venezolana Isabella Ladera. La influencer presentó en Miami una demanda contra el artista, al que acusa de haber filtrado un video íntimo grabado en 2023.
El romance entre Ladera y Beéle ya había generado controversia desde sus inicios. Su relación nació marcada por señalamientos de una supuesta infidelidad del cantante hacia su entonces esposa, Cara Rodríguez, lo que convirtió cada paso de la pareja en materia de debate público. Sin embargo, el más reciente episodio ha escalado a un plano judicial con consecuencias que podrían ser serias para el intérprete.
El medio estadounidense TMZ reveló que Ladera, junto a su equipo legal del bufete Hachar Law Group, presentó la denuncia por varios cargos: invasión de la privacidad, acoso sexual cibernético, negligencia e imposición intencional de angustia emocional. La demanda exige una compensación que supera ampliamente los 50.000 dólares, alegando que la difusión del material le provocó “vergüenza, humillación y angustia mental”.
En los documentos legales, la influencer sostiene que Beéle era la única persona, además de ella misma, que tenía acceso a las grabaciones. Según su testimonio, en mayo de 2024 le pidió directamente al cantante que borrara el contenido. “Solo dos personas tenían los videos, y Ladera ya los había borrado hace casi un año y medio”, argumentaron sus abogados. “La única otra persona que, según Ladera, tenía los videos, Beéle, dejó claras sus intenciones cuando se negó a eliminarlos tras la solicitud de Ladera de que lo hiciera”.
La denuncia también plantea que, al mantener los archivos en su dispositivo, el artista habría permitido que su entonces esposa, Cara Rodríguez, pudiera acceder a ellos. Aunque Ladera reconoce esta posibilidad, insiste en que la responsabilidad principal recae sobre Beéle por negarse a eliminar las grabaciones a pesar de su petición expresa.
El conflicto, que estalló en redes sociales luego de que el video comenzara a circular en diversas cuentas de la plataforma X, no solo cuestiona la fidelidad del cantante, sino también la ética detrás del manejo de contenidos privados dentro de una relación. La exposición pública generó un aluvión de comentarios, reacciones y especulaciones que colocaron nuevamente al artista en el centro de la polémica.
Para Ladera, más allá del impacto mediático, el golpe ha sido personal. En su declaración a la opinión pública, expresó que el episodio la hizo sentir humillada y vulnerable, subrayando que el daño a su imagen excede el ámbito digital. Sus abogados insisten en que no se trata solo de un asunto de reputación, sino de un atentado a su intimidad y a su salud mental.
Beéle, por su parte, no ha emitido declaraciones públicas sobre la demanda. El silencio del cantante contrasta con la intensidad del debate que se ha desatado en torno al caso, donde se entrelazan cuestiones legales, emocionales y morales.





