El creador de contenido cubano detrás del canal “Reflexiones de Deni”, muy seguido en redes –solo en Facebook roza los 160 mil seguidores–, volvió a sacudir el avispero digital luego de compartir un episodio profundamente personal: un mensaje ofensivo que recibió de su madre en Cuba.
“Este es mi amanecer. Sí, tengo ganas de llorar. Hay veces que hay que pagar el precio de ser justo, de no doblegarte”, dijo mientras mostraba en pantalla la captura del WhatsApp enviado por su madre. El texto, corto pero lapidario, decía: “Como duele ver la mierda de persona en la que te has convertido”.
La publicación abrió una caja de resonancia emocional entre sus seguidores, pero también una ola de críticas. Antes de entrar en esa segunda parte, Deni dedicó varios minutos a recordar gestos concretos que había tenido toda su vida hacia su madre. Relató que, en su momento, logró sacarla de Cuba y llevarla a Estados Unidos, aunque ella decidió no quedarse. También mencionó que le abrió un restaurante en la isla, además de ayudarla a remodelar su casa. Con dolor evidente, resumió su frustración con una frase: “Soy la mierda de persona que te mató el hambre durante mucho tiempo”.
El youtuber, conocido por sus críticas directas al comunismo y por denunciar la realidad cubana desde una postura frontal, atribuyó el mensaje de su madre a razones políticas. “Qué clase de madre me tocó a mí, porque mira que yo he visto a hombres que han fallado en la vida y sus madres siguen ahí”, afirmó. Para él, la ruptura familiar es parte del costo que muchos cubanos han pagado por tener posturas ideológicas distintas a las del Gobierno.
La descarga emocional cerró con un mensaje duro pero definitivo, dirigido nuevamente a su madre: “Qué Dios te bendiga, mujer. Siempre escoges el lado de los perdedores, por eso siempre hemos tenido una vida miserable. Recuerda que cuando recibías mi dinero no decías que venía de la mierda de mi hijo. Así son los comunistas”.
En su página de Facebook, la mayoría de sus seguidores reaccionaron con empatía, resaltando el sacrificio de tantos hijos emigrados que sostienen económicamente a sus familias dentro de la isla. Sin embargo, también se alzó un coro notable de reproches por llevar la situación al terreno público.
Los comentarios críticos fueron directos: “Jamás llevaría un problema con mi madre a las redes sociales, triste ver un hijo sacarle a su madre las cosas que hace por ella”, escribió una usuaria. Otros insistieron en que la figura materna debe mantenerse al margen de las disputas políticas: “Las madres son sagradas, tengan el pensamiento que tengan”. E incluso hubo quien destacó límites personales: “No expondría nunca un familiar mío así”.
El episodio volvió a poner sobre la mesa un drama demasiado común en la diáspora cubana: familias fracturadas no por distancias geográficas, sino por la brecha política que atraviesa generaciones y hogares. Deni decidió contarlo a su manera, con la crudeza de quien ya no quiere callar lo que duele. Y el debate, como era de esperarse, sigue abierto.





