Un hecho inadvertido por la prensa acreditada en la arena olímpica la noche de la proclamación de Mijaín López como rey de la lucha mundial ha salido a la luz en las últimas horas en un video en redes sociales.
Tras haber conseguido su histórica quinta medalla de oro en la modalidad grecorromana y cuando se dirigía presuntamente a los vestuarios acompañado de sus entrenadores Raúl Trujillo y el campeón olímpico de Barcelona, Héctor Milián, Mijaín se detuvo brevemente a causa de unos gritos de «Patria y Vida» que salían de una zona de las tribunas en el Campo de Marte.
En el video no se muestra quiénes gritaban la frase convertida en un lema de protesta contra el gobierno cubano desde las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio de 2021. Al parecer se trataba de un grupo de cubanos. Para el resto de los espectadores franceses o de otros sitios que despedían con aplausos al legendario atleta, entendieron tal vez que eran vítores.Pero no. A López, que sí sabía, se le vio en el video reaccionar con unas palabrotas, «esos son unos peste a cu….» , y siguió su camino.
Minutos antes López había recibido la felicitación del presidente del COI el alemán Thomas Bach, que dejó a un lado las diatribas del Granma y las protestas del Comité Olímpico Cubano por la inclusión de dos emigrados de la Isla en el Equipo Olimpico de Refugiados para reconocer la hazaña de un deportista por haber logrado algo inédito en la historia olímpica: cinco de oro en igual número de Juegos consecutivos en un mismo evento.
López es diputado al Parlamento cubano desde 2018 y no es de extrañar que sea propuesto al Consejo de Estado en medio del record de «tuits» del gobernante Miguel Díaz-Canel y el entorno de poder, luego de la destitución de otra campeona olímpica, Yipsi Moreno , a punto hoy en convertirse en nueva ciudadana de Albania.
Otros no descartan que el gigante pinareño esté en el círculo de espera para reemplazar al actual presidente del Inder, Osvaldo Vento, tras la pobre actuación cubana no solo en los Juegos de París sino en el proceso que precedió con las decepciones en los equipos de conjuntos, las deserciones en diferentes deportes de atletas y entrenadores, y hasta la reaparición de casos de dopaje.
A su imagen también se debe añadir que López, a punto de cumplir 42 años, alcanzó sus memorables éxitos sin verse envuelto en trampas de dopaje algo que en la lucha internacional no es inusual. Las cuatro medallas de oro anteriores el Gigante de Herradura se las había dedicado al desaparecido mandatario Fidel Castro. A su regreso a La Habana ya está anunciado un encuentro con el general Raúl Castro.
