En suma, la jornada dejó curiosamente dos caras, no de una misma moneda, pero sí de una misma historia aérea entre el sur de Florida y Bahamas: más específicamente entre Miami y Bahamas. De un lado, la frustración de un centenar largo de pasajeros sin explicaciones claras después de un desvío; del otro, una nueva ruta que promete conectar a Miami con Bimini en apenas media hora de vuelo.
El cubano Deivy Alemán Oropesa deberá abandonar Estados Unidos en los próximos días tras recibir de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) una orden...
En tiempos de ruido, la imagen de una familia moderna —hijas, exesposa y esposa— como lo es la Willis, se muestra alineada en lo importante: la salud del actor; y ofrece además una lección sin estridencias.
Sheen repasa sus relaciones con colegas y productores —incluidos Jon Cryer y Chuck Lorre— y cómo su caída pública devoró trabajos y confianzas. La reconstrucción incluye el contexto mediático que amplificó cada tropiezo y la forma en que la cultura del “escándalo permanente” convirtió su biografía en un reality involuntario. El tono general, sin embargo, es el de un balance: no pide absoluciones, apunta a explicar.
People adelantó que la pena máxima teórica para Sangha —dependiendo del cómputo final del juez— podría llegar a decenas de años de prisión. La audiencia de diciembre permitirá conocer si el tribunal acoge las recomendaciones de la fiscalía y cómo pondera la cooperación y el acuerdo de culpabilidad de la acusada.
Los efectos combinados, a tenor de lo que pueda decir ella, dibujan un panorama inquietante. Por un lado, la economía se resiente en sectores que dependen de la mano de obra inmigrante. Por otro, la imagen del país como destino abierto y atractivo se erosiona en el escenario global. Entre tanto, voces como la de Salazar insisten en que no se puede seguir ignorando el aporte de quienes trabajan en silencio para sostener la vida cotidiana.
La advertencia del Pentágono tras el sobrevuelo de los F-16 venezolanos no es un gesto aislado, sino el capítulo más reciente de una partida que mezcla política doméstica en Washington, la legitimidad internacional del uso de la fuerza y el control —cada vez más militarizado— de las rutas del delito en el Caribe.
La historia, en suma, es la de un giro que tardó casi tres décadas: un fallo que se desploma cuando la testigo que lo sostenía reconoce que fue ella quien mató a Prazniak y escondió el cuerpo en un armario.
Detrás del video viral hay un dato simple: la dignidad no compite con la seguridad. Puedes salvar la cara y perder la vida; puedes “ganar” un hueco y perder una póliza, el trabajo o la libertad si hieres a alguien. Y para los que miran el clip y concluyen “ese es cubano”: el mismo día un “americano” le cruzó el auto a alguien en Kendall; un “francés” se bajó a gritar en la 826; un “noruego” dejó pasar a dos carros con un gesto amable. La etiqueta explica poco. El comportamiento, todo.