Originaria de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, Yadria emigró a Rusia en busca de mejores oportunidades. Su muerte, repentina y dolorosa, dejó consternados a familiares, amigos y conocidos, quienes rápidamente se volcaron a redes sociales para buscar ayuda, recaudar fondos y lograr lo impensable: repatriar su cuerpo desde Moscú hasta Cuba