La incautación en Estados Unidos de un supertanquero con crudo venezolano destinado a Cuba amenaza con agravar la ya frágil situación eléctrica de la isla. Más allá del combustible para consumo interno, la pérdida del cargamento impacta una vía clave de obtención de divisas mediante la reventa de petróleo, en un contexto de crisis económica, apagones prolongados y creciente presión política sobre La Habana.
La presentadora de Fox Noticias Andrea Linares sugirió al aire que el actual despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe podría no limitarse a Venezuela y que Cuba sería, potencialmente, el siguiente punto de presión en la agenda de Washington. Sus comentarios, retomados por Media Matters y amplificados en medios del exilio, reactivaron el debate sobre hasta dónde pretende llegar la administración Trump en América Latina y cómo impacta esa retórica en la ya tensa relación con La Habana.
Mientras Washington confiscaba un carguero venezolano con petróleo rumbo a Cuba, otro buque de La Guaira atracó sin obstáculos con 27 contenedores de ayuda humanitaria para los damnificados del huracán Melissa. La diferencia no estuvo en la bandera, sino en el tipo de carga: el crudo navega dentro del régimen de sanciones que permite a EE.UU. incautar embarques, mientras que la asistencia post-desastre circula por un corredor humanitario tolerado y vigilado, donde la presión política se modula para no agravar una emergencia.
“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, señaló Trump.
El desvío de vuelos rusos desde Venezuela hacia Cuba en plena escalada militar en el Caribe reabre la pregunta sobre el aislamiento de Maduro y el verdadero alcance del respaldo de Moscú.
Jackeline López, integrante del buró político de ese organismo proscrito por el chavismo, afirmó que la población venezolana no conoce "qué se discute ni a qué acuerdos pretenden llegar" con estas conversaciones, después de que el domingo Trump confirmara que hubo una llamada entre ambos mandatarios.
Mientras se esperaba una comparecencia de Donald Trump esta tarde sobre su reunión el lunes con sus principales asesores para revisar la estrategia sobre...
La pregunta de si al caer Venezuela “cae” Cuba tiene fundamentos concretos en los lazos de dependencia energética, militar y diplomática. Que Cuba sobreviva a una eventual crisis venezolana depende en gran medida de su capacidad de diversificar alianzas, reducir vulnerabilidades y revertir la senda de suministro decreciente que hoy marca su horizonte.
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a escalar en las últimas horas, y Cuba se ha colocado al frente de la defensa de Caracas acusando a Washington de buscar un “derrocamiento violento” para apoderarse del petróleo venezolano. Mientras La Habana denuncia una ofensiva militar y política en el Caribe, persiste la pregunta que atraviesa la región: ¿por qué, aun bajo sanciones y aislamiento, Nicolás Maduro sigue aferrado al poder?
Tras el azote del huracán Melissa por el oriente de Cuba, el país se mueve en dos planos que parecen no tocarse. En uno, la ONU anuncia un plan de 74,2 millones de dólares y aterriza en Santiago de Cuba con 4,375 lonas para hogares sin techo. En otro, madres como Yurisleidis Remedios se graban desde barrios de Santiago para denunciar que “nos estamos muriendo de hambre”, que las morgues “están colapsadas” y que, pese a las donaciones anunciadas, en sus neveras no hay nada y en sus cocinas solo queda leña.
Nicolás Maduro por su parte advirtió que el chavismo responderá con una “huelga general insurreccional” en caso de que Estados Unidos emprenda una acción militar contra su régimen.