Queda una conclusión incómoda para todos. Para los creadores con audiencia, la responsabilidad de no convertir un formulario en un drama existencial de una sola pieza. Para ICE, la exigencia de distinguir con rigor: no es lo mismo retirar del país a un violador que a un solicitante sin antecedentes con apelación abierta. Para la comunidad, la tarea de sostener a quienes caen en los agujeros del sistema sin regalarle al rumor el lugar que corresponde al expediente. Y para el lector, un recordatorio simple: detrás de cada titular migratorio hay un archivo, un juez, una firma… y una vida suspendida.
Claudia Artiles responde al “ninguna madrastra es buena”, defiende cómo cuida a las hijas de Ultrack, mientras Amanda Sanz contesta a su ex con un “cartel de tarrú”.
La revelación surgió durante una transmisión en directo por TikTok, donde Artiles respondió a las preguntas de sus seguidores acerca de su estatus migratorio