La película está protagonizada por Mario Guerra, uno de los rostros actorales más importantes del cine independiente cubano de los últimos 20 años, quien interpreta a Walfrido Larduet, un inspector de la empresa eléctrica que vive en una Cuba en un año que no se precisa, llena de unos extraños monstruos que van poblando las casas y los espacios públicos sin que se pueda evitar su presencia.