Este revés pone en riesgo la continuidad de Gurriel en la franquicia: firmó un contrato de tres años con opción de salida después del 2025, y su año de rehabilitación compromete cualquier posibilidad de explorar el mercado como agente libre. Los Diamondbacks deberán evaluar su futuro en el mercado, revisando la situación de sus lanzadores lesionados y reforzando opciones en el jardín para no depender de un regreso adelantado que podría poner en riesgo la salud del jugador.