Tras el parto, madre e hija fueron trasladadas al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos. El doctor Manuel López Fuentes explicó que se trataba de una niña prematura, pero que llegó en buen estado general. “Nunca habíamos tenido un caso así. La bebé pesó 2200 gramos. Prematura de 34 semanas. Pero llegó estable. Hicimos estudios complementarios y todo normal. La observamos casi 24 horas completas y al siguiente día pasó junto a su mamá”, declaró.
Las activistas que han acompañado el proceso lo resumen así: “La mitad de la vida la salvamos entre todos; la otra mitad depende ahora de los médicos en España”. Y mientras Brianna vuela hacia una oportunidad que Cuba no pudo darle, queda claro, una vez más, que la diferencia entre vivir y morir en la Isla depende demasiado del azar, de la solidaridad y del esfuerzo colectivo, y demasiado poco del sistema de salud que debería protegerla.
la vejez en Cuba, especialmente la de quienes formaron generaciones, se ha vuelto sinónimo de abandono. Según la reconstrucción del exalumno, el maestro perdió a su esposa e hijo en un accidente y desde entonces ha ido de un sitio a otro, sin hogar.