Por más creativa que parezca la idea de meter cocaína en una lata de atún o municiones en un bote de Nesquik, en un aeropuerto de EE.UU. el margen de éxito es mínimo. No es que no se haya colado nunca algo, pero el riesgo de que te pillen es tan alto que lo único garantizado es la estadía… en una celda.