La rabia ciudadana también se expresó en clave de denuncia. Usuarios reportaron apagones, desinformación y abandono, y acusaron a la Unión Eléctrica de prometer refuerzos que no llegaron. En provincias como Santiago y Holguín, el lenguaje fue directo: la gente pidió menos partes burocráticos y más certezas operativas, porque con la nevera vacía y el móvil sin carga no hay épica que alcance.
Con tono burlón, Sandro entonó: “Tengo hambre, vámonos a comer platanito. Maduro, Maduro, frito, frito”. Para los usuarios, el comentario fue un dardo directo contra Nicolás Maduro
El arresto de Bolufé ha causado revuelo entre quienes han seguido de cerca las polémicas que suelen rodear al nieto de Fidel Castro. Su amistad con Sandro lo había convertido en una figura recurrente en videos y fotografías que circularon en redes sociales, muchas veces como anfitrión de celebraciones que generaron controversia.
La publicación ha sido compartida con asombro —y no poca burla— por cubanos dentro y fuera de la isla. "Hasta la victoria… para el selfie", comenta un lector italiano. “Suo nonno si rivolta nella tomba” (su abuelo se revuelca en la tumba), dice otra. Y no faltan quienes resumen todo el asunto con una sola palabra: “declino”. Una palabra que en italiano significa decadencia, desplome, pérdida de sentido. Lo opuesto a lo que alguna vez se llamó “continuidad”.