La historia de Noah Lyles en los Juegos Olímpicos es un recordatorio de cómo la pandemia de COVID-19 ha cambiado no solo la vida cotidiana, sino también los momentos más trascendentales en la carrera de los atletas más grandes del mundo. Aunque París 2024 no resultó como Lyles había soñado, su coraje y determinación frente a la adversidad serán recordados como un testimonio de la resiliencia humana.